El culto a los muertos es algo muy característico por esta tierra, tal vez sea herencia de nuestros antepasados la razón por la cual aquí a la muerte no se le tiene miedo, es más incluso se le festeja, se espera que una vez al año los muertos vuelvan a comer y beber junto con los vivos, se les preparan altares para que vean que todavía, a pesar de los años, se les recuerda con cariño. La muerte mas que un ser parco y oscuro es algo así como un ser festivo al que le gustan los dulces, los adornitos de papel y las flores de colores llamativos, no todo es duelo y luto, el 1o. y 2 de noviembre son los días en que se viste de gala y sale a darle vuelo a la hilacha.
A la muerte muchas veces se le mira con malos ojos, y creo que no debería ser así ella solo hace lo que le encargan y listo, incluso como dice Don Juan:
" La muerte es nuestra eterna compañera - dijo don Juan con un aire sumamente serio -. Simepre está a nuestra izquierda, a la distancia de un brazo..... Siempre te ha estado vigilando. Siempre lo estará hasta el día en que te toque".
