jueves, septiembre 21, 2006
viernes, julio 28, 2006
¿Si la haré como Papá?
En este ambiente marino
se mueve o se crece,
solo es que nada
y también es que todo
mojado sueña inocente.
Flota creciente
las noches navegables
de una piel reciente,
porque estrena un cuerpo,
en calma húmedo durmiente.
Espero insomne-impaciente
la venida de la última marea,
pez de mi mar tinto
faro guía en la travesía,
por la tierra por los sueños.
se mueve o se crece,
solo es que nada
y también es que todo
mojado sueña inocente.
Flota creciente
las noches navegables
de una piel reciente,
porque estrena un cuerpo,
en calma húmedo durmiente.
Espero insomne-impaciente
la venida de la última marea,
pez de mi mar tinto
faro guía en la travesía,
por la tierra por los sueños.
miércoles, junio 28, 2006
miércoles, junio 14, 2006
Antiexorcismo
Hoy ando contento por los tantos meses que tu fantasma me ha poseído, solo escapo, me alejo y huyo a todo velocidad de aquel que siquiera huela a exorcista.
¡¡¡¡Al exorcismo digo no, digo no, digo no!!!!
Mensaje correspondiente al 120606
Flashbacks
El flashback es cuento cotidiano, de pronto recuerdo cosas que no sabía que todavía quedaban guardadas en mi tan rayado disco duro. Que si una niña gorda de la primaria a la que molestabamos, que si los juegos raros que inventaba con mis primos, que la manera en que nos corríamos las respuestas en los examenes, detalles que en su momento consideré sin importancia en las asambleas sindicales.
Pero ahora la costumbre inconsciente del flashback tiene una razón de ser, cada vez que vengo en la autopista hacia Querétaro veo un pequeñito restaurant donde estoy seguro que comí con mi abuelo una vez que lo acompañé en un viaje a Monterrey, cada vez que regreso al DeFe y pasó por viaducto me veo escuchandolo incredulo cuando decía que el Viaducto fué alguna vez un río y que el dejaba de entrar a clases para ir a lanzarse sus clavados, lo veo entrando por la puerta de su departamento con su periódico en la mano y el olor que la tinta de este produce. Como si fuera el cinito me veo tirado en el piso junto a el tomando mis clases de abdominales y presumiendo que ya podía hacer 50, no falta la imagen de la vez en que por la diabetes y el exceso de azucar en la sangre lo llevé al hospital completamente desorientado y no dejó de recordar como cada vez llegaba su pregunta "¿Cómo esta la niña de los enormes ojos? Ya deberías casarte para echarme mi último bailongo".
Ese bailongo no va a llegar, ni llegará a la boda del brazo de mi abuela y menos conocerá a su nuevo bisnieto.
Mi abuelo falleció hace una semana el lunes 050606, se quedó dormido y no despertó, como soñando o como riendo o como descansando a pierna suelta.
Pero ahora la costumbre inconsciente del flashback tiene una razón de ser, cada vez que vengo en la autopista hacia Querétaro veo un pequeñito restaurant donde estoy seguro que comí con mi abuelo una vez que lo acompañé en un viaje a Monterrey, cada vez que regreso al DeFe y pasó por viaducto me veo escuchandolo incredulo cuando decía que el Viaducto fué alguna vez un río y que el dejaba de entrar a clases para ir a lanzarse sus clavados, lo veo entrando por la puerta de su departamento con su periódico en la mano y el olor que la tinta de este produce. Como si fuera el cinito me veo tirado en el piso junto a el tomando mis clases de abdominales y presumiendo que ya podía hacer 50, no falta la imagen de la vez en que por la diabetes y el exceso de azucar en la sangre lo llevé al hospital completamente desorientado y no dejó de recordar como cada vez llegaba su pregunta "¿Cómo esta la niña de los enormes ojos? Ya deberías casarte para echarme mi último bailongo".
Ese bailongo no va a llegar, ni llegará a la boda del brazo de mi abuela y menos conocerá a su nuevo bisnieto.
Mi abuelo falleció hace una semana el lunes 050606, se quedó dormido y no despertó, como soñando o como riendo o como descansando a pierna suelta.
Y así de mientras, yo me quedo, aquí en esta estación esperando el flashback de las 11:30
lunes, mayo 15, 2006
Un bolillo pa'l susto
El hombre de la bata blanca, hablaba muy seguro de la ciencia que lo respalda y de la especialidad en oncología que le llevó muchos obtener, " bueno nosotros dijimos que podría ser un posible caso de cáncer, nunca dijimos que lo fuera, en realidad la señora no tiene nada mas que un pequeñito problema de la vescícula y en dos días estará en su casa".
La furia llegó y me puso una bazuka en la mano para volar el hospital completo pero estaba tan contento que no pude y mejor decidí ir a echarme un Bolillo pa'l susto.
La furia llegó y me puso una bazuka en la mano para volar el hospital completo pero estaba tan contento que no pude y mejor decidí ir a echarme un Bolillo pa'l susto.
jueves, abril 27, 2006
La mañana mas obscura
Mientras el auto avanzaba escuchaban a Santa Sabina y Rita cantaba "Abre tu mente y piensa que no estoy lejos, estando aquí no estoy engaña la razón, abre y tu mente y piensa que yo estoy vivo, en mis sentidos, abre tu mente piensa que yo estoy en tu razón, estando aquí no estoy....."
Yo digo que esa canción la canta alguien que está muerto durante su propio funeral, le dijo. Ella con sus ojos grandes y perfectos le contestó, imaginate que alguien se muriera en un funeral, sería el colmo no???. El dejó de cantar para decirle, "sí está cabrón, que el muerto se levante a cantar y otro se muera de un infarto en pleno funeral". Así, llegaron al destino.
Que hora tan triste, la casa estaba llena pero el vacío los pateaba para sacarlos. Después del acostumbrado saludo pasó a la cocina y ella no estaba, como acostumbraba estar, entre los olores de las especias, el ruido de un aceite que no se queda quieto y sus manos humedas con las entrañas de un jitomate. Ese día no estaba su dulsísima sonrisa para recibirlo.
Caminó el pasillo y sobre la cama estaba ella, sentada con un dolor que le partía el estómago. Una mañana pesadamente oscura le cayó en los hombros.
Era algo pasajero, el tío doctor le recetó una de sus pildoras mágicas que ese día dejaron de serlo. Así subieron al auto y de inmediato al hospital, el no veía mas que el camino, la lluvia que como en las películas en situaciones como ésta cae. Como dejar de oir sus quejidos y como detener el dolor, como intercambiarlo, que le duela a el y sus 50 años menos en vez de a ella, la de la mirada dulce y sus 50 años más.
El cambiaría cualquier cosa, el hada que recogió en el camino, su colección de sueños, todos sus poemas, libros y todas las letras de las historias que aun tiene por escribir, por supuesto cambiaría su salud y su vida porque a ella no le doliera más, por que se aliviara, porque fuera la mentira mas grande del mundo que en ella hay un mal que se la ha ido devorando todos los días.
Yo digo que esa canción la canta alguien que está muerto durante su propio funeral, le dijo. Ella con sus ojos grandes y perfectos le contestó, imaginate que alguien se muriera en un funeral, sería el colmo no???. El dejó de cantar para decirle, "sí está cabrón, que el muerto se levante a cantar y otro se muera de un infarto en pleno funeral". Así, llegaron al destino.
Que hora tan triste, la casa estaba llena pero el vacío los pateaba para sacarlos. Después del acostumbrado saludo pasó a la cocina y ella no estaba, como acostumbraba estar, entre los olores de las especias, el ruido de un aceite que no se queda quieto y sus manos humedas con las entrañas de un jitomate. Ese día no estaba su dulsísima sonrisa para recibirlo.
Caminó el pasillo y sobre la cama estaba ella, sentada con un dolor que le partía el estómago. Una mañana pesadamente oscura le cayó en los hombros.
Era algo pasajero, el tío doctor le recetó una de sus pildoras mágicas que ese día dejaron de serlo. Así subieron al auto y de inmediato al hospital, el no veía mas que el camino, la lluvia que como en las películas en situaciones como ésta cae. Como dejar de oir sus quejidos y como detener el dolor, como intercambiarlo, que le duela a el y sus 50 años menos en vez de a ella, la de la mirada dulce y sus 50 años más.
El cambiaría cualquier cosa, el hada que recogió en el camino, su colección de sueños, todos sus poemas, libros y todas las letras de las historias que aun tiene por escribir, por supuesto cambiaría su salud y su vida porque a ella no le doliera más, por que se aliviara, porque fuera la mentira mas grande del mundo que en ella hay un mal que se la ha ido devorando todos los días.
jueves, abril 20, 2006
Memoria ahogada en caldito de recuerdos
Nunca se me ha dado mucho la cocina, pero este plato me salió sin mayor esfuerzo. No me había dado cuenta de todos los recuerditos que tengo regados por la Cd. de México, mi DeFe es inseguro, ruidoso, contaminado, lleno de tráfico pero también es fiestudo, loco, emocionante, insomne, divertido, tupido de gente que amo y que extraño, además es un hervidero de mis recuerdos.
Fuí a México en un carro sin estereo, cuando no hay música y llevo quien sabe cuantas horas manejando me da por entrar como en trance y pensar y pensar. Andaba por allá por Insurgentes Sur circulando de Sur a Norte cuando de pronto me vi metido en el RockShop comprando algo para mis hermanas, cuando se me ocurrió meterme al estudio de perforaciones de Danny, Wakantanka, y perforarme la nuca. Las calles o los pasos o los metros tenían voz, veía o escuchaba o todo al mismo tiempo. Hice una escala y no pude dejar de visitar el sindicato, auditorios de desvelo y discusiones con gente megachida que hoy son muy buenos amigos, sobre todo ver el parque y las pequeñas salitas fuera de las oficinas donde miraba sus ojos grandes, donde nos escondiamos para besarnos, para platicarnos los detalles de los días o de las horas. Salí del sindicato y sobre Reforma cada esquina platicaba una historia distinta con gente distinta, desde idas al teatro hasta peleas que nomas les hizo falta el ring y caídas a hotelitos, compras en la lagunilla y trasnochadas de antro.
El trance me contó esta historia:
"Los cuatro decidieron salir verle fondo al vaso o a la cerveza y salieron apurados por la puerta del bar, subieron al auto y ya existía un plan. Ellas ni siquiera se conocían entre sí y ellos no tuvieron la delicadeza de presentarlas. Después de estacionarse ellos bajaron del auto y preguntaron en la recepción si tenían habitaciones disponibles, después de buscar en los guardallaves el hombre volteó con mirada incriminante o discriminante y les dió una sola llave, ellos de inmediato contestaron malencarados como eran "son dos habitaciones pendejo". Al volver al auto con las dos llaves ellas habían hecho el protocolo de presentarse echándoles en cara la descortesía. Bajaron del auto y no volvieron a verse, cada quien tomó su rumbo o su destino,uno de ellos nunca supo que dejaba a su camarada en manos de una adivinadora experta en prestidigitación que en cuanto cruzaron la puerta de la habitación volteó a mirarlo y con la misma sonrisa que tiene el cañón de una pistola le disparó sobre la cara diciendo "la próxima vez que me lleves a un hotel llevame a donde no hayas llevado a otra", vaya rafaga sobre aquel cuerpo vulnerable cuyo cadáver fue encontrado varios días después"
Fuí a México en un carro sin estereo, cuando no hay música y llevo quien sabe cuantas horas manejando me da por entrar como en trance y pensar y pensar. Andaba por allá por Insurgentes Sur circulando de Sur a Norte cuando de pronto me vi metido en el RockShop comprando algo para mis hermanas, cuando se me ocurrió meterme al estudio de perforaciones de Danny, Wakantanka, y perforarme la nuca. Las calles o los pasos o los metros tenían voz, veía o escuchaba o todo al mismo tiempo. Hice una escala y no pude dejar de visitar el sindicato, auditorios de desvelo y discusiones con gente megachida que hoy son muy buenos amigos, sobre todo ver el parque y las pequeñas salitas fuera de las oficinas donde miraba sus ojos grandes, donde nos escondiamos para besarnos, para platicarnos los detalles de los días o de las horas. Salí del sindicato y sobre Reforma cada esquina platicaba una historia distinta con gente distinta, desde idas al teatro hasta peleas que nomas les hizo falta el ring y caídas a hotelitos, compras en la lagunilla y trasnochadas de antro.
El trance me contó esta historia:
"Los cuatro decidieron salir verle fondo al vaso o a la cerveza y salieron apurados por la puerta del bar, subieron al auto y ya existía un plan. Ellas ni siquiera se conocían entre sí y ellos no tuvieron la delicadeza de presentarlas. Después de estacionarse ellos bajaron del auto y preguntaron en la recepción si tenían habitaciones disponibles, después de buscar en los guardallaves el hombre volteó con mirada incriminante o discriminante y les dió una sola llave, ellos de inmediato contestaron malencarados como eran "son dos habitaciones pendejo". Al volver al auto con las dos llaves ellas habían hecho el protocolo de presentarse echándoles en cara la descortesía. Bajaron del auto y no volvieron a verse, cada quien tomó su rumbo o su destino,uno de ellos nunca supo que dejaba a su camarada en manos de una adivinadora experta en prestidigitación que en cuanto cruzaron la puerta de la habitación volteó a mirarlo y con la misma sonrisa que tiene el cañón de una pistola le disparó sobre la cara diciendo "la próxima vez que me lleves a un hotel llevame a donde no hayas llevado a otra", vaya rafaga sobre aquel cuerpo vulnerable cuyo cadáver fue encontrado varios días después"