jueves, octubre 14, 2004

Siempre esperando...

Casi todos esperamos algo, esperamos a que llegue alguien, esperamos conseguir un mejor trabajo, tener mas dinero, esperamos una película que queremos ver, esperamos cosas de la gente, siempre esperando y esperando,a veces no sabemos que esperar pero esperamos, incluso los que ya no esperan nada continuan esperando a que llegue la muerte o que se los lleve la trampa y sin darse cuenta, esperan.

Hoy me tocó esperar debajo de un reloj a varios metros bajo tierra, la esperaba y esperaba no enojarme durante la larga espera, aunque sabía que, como siempre, ella llegaría tarde, espere en vano porque la paciencia se me terminó en 10 minutos; después de 20 más se abrió la puerta y realmente la esperaba para decirle 1 millón de cosas por dejarme ahí esperando, pero como era de esperarse, con verla se me olvido la espera, automaticamente estaba contento. Bajo con su sonrisa y sus ojos grandes, me mata y no me queda mas que esperar a su siguiente llegada tarde para hacer el intento de enfurecérme, seguramente sin éxito.

Fuimos al cine y ahi sí el inicio de la película no nos esperó, entramos a ver LA TERMINAL, tarde como ella, y me dió gusto ver que también en las películas los personajes también esperan, en este caso el que esperaba era Viktor Navorski (Tom Hanks), que queda atrapado en un aeropuerto debido a que no se autoriza su entrada en el departamento de migración del aeropuerto debido a que en su país estalla un conflicto que lo deja en una situacion de nacionalidad indeterminada y por tanto no pueden realizar los trámites para permanecer en Nueva York, pero tampoco puede ser deportado, por lo tanto igual que a las personas en la vida real no le queda mas que esperar. Durante todo el tiempo que permanece en el aeropuerto hace amigos (entre ellos un personaje llamado Enrique Cruz que es personificado por Diego Luna), la hace de celestino, se enamora (Catherine Z. Jones interpretando a Amelia Warren) y hasta consigue trabajo dentro del aeropuerto con situaciones muy cómicas que te hacen reír durante toda la película. La espera llega a su fin y cumple con una promesa hecha a su padre. La película me gustó pero me gustó todavía más el hecho de que no sea la clásica historia de amor donde todos ya sabemos que esperar.

Ahora estoy fuera del cine, estoy en el trabajo y esperando que den las 23:00 para salir corriendo. Espero a que llegué el sábado para volver a verla, aunque tenga que esperarla, como siempre, porque como siempre su sonrisa perfecta y sus grandes ojos espantarán al mounstro enfurecido. Y así me quedo esperando a que algo mas venga a mi cabeza para seguir escribiendo.
¿Será que vivimos en una sala de espera?