jueves, enero 19, 2006

Pensé en Aura

No lo había contado bien, pero me fuí del caos y el misterio y el tráfico y todas las luces de la noche urbana; creo que la frase mas precisa es, me sacaron de México.
Hoy estoy en Querétaro y no se si será para siempre, falta que yo quiera que sea para siempre, sonara extraño, pero extraño México, ahora estoy seguro de que soy un insecto urbano.

A Querétaro llegué sin nada mas que mi maleta, rente un cuarto amueblado en una casa. Me gusta donde vivo, la dueña de la casa es una mujer, no muy alta, muy delgada y que tiene un aire de vivir aun en los setentas, la forma en que se maquilla, las pestañas postizas, el tono de su cabello me recuerdan a una película de esas de Mauricio Garcés.
La casa es muy grande, aún no se cuantas habitaciones tiene, pero deben ser aproximadamente 6 o 7. Una de esas 6 o 7 es la mía, es de buen tamaño pero eso no es lo importante, tiene un ventanal enorme y tiene una vista completa de la ciudad, por la mañana el sol hace brillar iglesias, casas y edificios.
De las 5 o 6 habitaciones que quedan una esta ocupada por B*, tiene 19 años segun sé y es el mas antiguo de la casa, después de la dueña, lleva 3 años aquí y todavía no acabo de entender la relación que tiene con C* (la dueña), el otro inquilino es J* al que practicamente solo veo por las mañanas, cuando yo salgo del baño y el entra, el otro es E* al que solo he visto un par de veces y que llegó a ocupar el cuarto de la niña N* que se fué a los pocos días de que yo llegué, finalmente la nueva inquilina es I* a la que apenas conocí antier.
Como dije, la casa es muy grande y de pronto se pinta misteriosa, tétrica, la decoración es definitivamente Caifanesca. Hoy llegué con la casa vacía, oscura y en silencio. La imaginación camina por rutas locas, y de pronto estaba asustado, pensé que nunca había visto juntas a C* y a I* y no pude evitar pensar en el libro de Aura de Carlos Fuentes, de pronto, da miedito andar por aquí.